Hace unos meses, compartimos algunas pautas básicas para el cuidado de bonsáis, abordando temas como el riego, la ubicación y la variedad de árboles según sus formas. Hoy, nos sumergimos en el fascinante mundo de los bonsáis frutales, verdaderas joyas en miniatura que ofrecen espectáculos naturales asombrosos.
- Malus Domestica (Manzano): Este árbol alcanza su máxima expresión durante la floración, transformando sus ramas desnudas de invierno en un estallido de capullos que deslumbran. La coloración de sus frutos en otoño añade un atractivo adicional.
- Citrus Sp (Cítrico): Con su fragante flor de azahar, este cítrico cautiva al crepúsculo, cuando los polinizadores están activos. La coloración de sus frutos también es un deleite visual.
- Punica Granatum (Granado): Conocido como granado, este arbusto destaca por su impresionante floración y frutos. ¡Asegúrate de dejar espacio entre las granadas para evitar que las ramas se sequen!
- Olea Europaea (Olivo): Este apreciado bonsái, además de requerir poco agua, ofrece el espectáculo de olivas que añaden un toque mediterráneo a tu colección.
- Ficus Carica (Higuera): Con un crecimiento rápido y frutos comestibles, la higuera es una elección sabrosa. La diversidad de especies te permite disfrutar de higos en otoño o brevas en verano.
Recuerda algunos consejos esenciales: riega cuando la tierra esté ligeramente seca, abona durante la temporada de crecimiento y realiza prácticas como la poda y el trasplante para lograr diseños impresionantes.
Explorar el mundo de los bonsáis frutales es una invitación a la belleza natural en miniatura. ¡Espero que estos detalles hagan florecer aún más tu interés en este apasionante arte!